Cantó John Lennon, los espectadores tararearon junto a Freddie Mercury , se juntaron las chicas de las Spice Girls, volvió a escena George Michael, se disfrutó a Jessica J, The Who, Taio Cruz, Annie Lennox. Estuvo Winston Churchill, se escuchó a Michael Caine, emocionó Emeli Sandé. El estadio Olímpico de Londres se convirtió en el mejor escenario para un mega espectáculo musical de alto brillo.
Fantasía, lujo. Esplendor y, sobre todo, pasión pura. Londres metió un golazo en la hora. Marcó una gran huella, por lo diferente, por encontrar la manera de inundar el alma de recuerdos. Logró un objetivo fantástico, porque la fiesta de despedida de los Juegos Olímpicos erizó la piel y encendió el corazón con sus recuerdos y su estupendo homenaje a íconos de la música británica. A genios que lograron unir el mundo con su arte.
La apuesta fue esa, la de convertir a la ceremonia de clausura en el máximo encuentro de la humanidad. La canción "Imagine" de Lennon, la voz de George Harrison cantando "here comes the sun", Queen tocando en vivo y con el holograma de Freddie Mercury en el centro del estadio, no había manera de no abandonar la butaca del escenario para acompañar con las palmas y las lágrimas tantas imágenes fuertes. Tanto sonido que obligó a estar en Londres, pero viajar con la mente a distintas etapas de la vida.
Fue una obra de arte de punta a punta. Primero encontrando otra vez la manera de mostrarse como son, enseñar su estilo de vida, sus calles, sus monumentos. Su gente, su ciudad llena de turistas. Después recordándole al planeta que aquí nacieron verdaderos "monstruos" del mundo de la música. Exhibiendo la calidad de sus mujeres, con otro buen homenaje a las modelos.
Y siguieron los bailes, el DJ uniendo la música en vivo, teniendo a los artistas en el escenario para jugar con los "enganches". La construcción de una pirámide en medio del estadio, los coros, los fuegos artificiales y hasta la participación de Río de Janeiro. Sencillamente, colosal. Muy diferente al resto, más cálido.
No había mejor manera de ponerle el cierre a las competencias deportivas que mandando un mensaje de "paz". Londres lo hizo a las mil maravillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario