Frenado, sin encontrar la vía de escape para el buen control defensivo de Danubio. Frenado, entreverado e impreciso porque sus dos grandotes apenas consiguieron convertir a su capacidad futbolística en una sociedad perfecta en una sola jugada.
Frenado, ofuscado y contrariado por la poca precisión que se tuvo en el control de la pelota y, sobre todo, en la mala definición de las jugadas que se pudieron generar. Como en aquellas iniciales en las que se abrió una invitación de puerta a puerta al gol para Fabián Estoyanoff, pero el remate terminó rechazando la sugerencia.
Frenado, como si el viento estuviese de frente para que Peñarol no pudiese aprovechar el empujón que llegaba desde el Tróccoli y desde el Franzini. Y era la tarde ideal, la que obligaba a quedarse a tiro de todos.
Y eso que empezó bien, mandando al "Lolo" al frente, obligando a Raguso a que se proyectara y teniendo a Zalayeta muy activo y creativo con la pelota. Jugando, juntando gente arriba, Peñarol se plantó en cancha danubiana y jugó de la manera que debía hacerlo para abrir la caja recaudadora y poner allí los tres puntos.
Pero como los volantes no se asociaron al juego, como Danubio se paró mejor en la cancha, el partido empezó a modificarse a partir de los 25 minutos. Y lo que se venía venir se fue lejos. Particularmente porque los muchachos de la Franja le pasaron candado a la zona central.
Con un triángulo en el fondo que empezó a crecer en el rendimiento (los dos zagueros y el arquero) más la impecable labor en el mediocampo de Cayetano, el dueño de casa emparejó primero y pasó al frente después.
Entonces, como antes había sido figura Ichazo, terminó convirtiéndose también en pieza clave Bologna. Y si solamente hay lamento, en los aurinegros, por haber perdidos dos unidades y no tres, se debe de manera relevante a la atajada del argentino contra Richard Núñez.
Con los cambios de uno y otro, el partido recuperó la fuerza del ida y vuelta, hubo espacios y alguna incidencia en la que se pudieron hacer reventar de alegría a las gargantas. Pero no pasó y a Peñarol lo volvieron a frenar. Justo cuando tenía que aprovechar el empujón que llegaba del Tróccoli y del Franzini.
No hay comentarios:
Publicar un comentario