"Dos entradas para la Montaña Rusa, por favor". El joven, mientras esperaba la devolución del cambio del boletero, ya con los boletos en la mano, sonrió y le hizo una guiñada a su novia. La había convencido y estaba a punto de llevarla a un viaje increíble de tan sólo unos minutos, pero que la haría pasar por infinidad de emociones entre subidas lentas prolongadas y bajadas a toda velocidad. Iba a sentir adrenalina en su cuerpo, iba a pasar por sensaciones de vértigo, de alivio, de angustia y de satisfacción....
Pues bien, a escasos metros de esa Montaña Rusa, Defensor Sporting y Juventud de Las Piedras iban a protagonizar, sin saberlo claro, un partido electrizante. E iban a transmitir a sus hinchas las mismas sensaciones que esos jovenes audaces viven en cada curva, en cada vuelta, en cada metro de la Montaña Rusa tan añeja y tan vigente.
Es que Defensor empezó a toda velocidad. Con vértigo en su ofensiva y con dinámica en su mediocampo. Tuvo a Juventud a maltraer. Fueron casi 20 minutos en donde el hincha violeta se emocionó, pero también se lamentó. Todo por aquello de "goles errados, son goles en contra".
El trámite cambió en el complemento. Juventud se animó. Apretó más arriba a su rival, se soltó, y en una de esas llegadas, Gonzalo Camargo sacó un zurdazo tremendo desde afuera del área que se coló junto al parante derecho de un estático Irrazábal.
Fue el 1 a 0 en el arranque del segundo tiempo. Fue emoción para los pedrenses, y angustia y desazón para los dueños de casa.
Juventud tuvo su momento, y tampoco lo aprovechó. Báez casi marca el 2-0 en pleno desconcierto violeta e Irrazábal tapó una pelota abajo con destino de gol.
Pero pasó. Y Defensor, fiel a su estilo, fue y fue. No bajó los brazos y llegó por los dos costados, sin tanta claridad como en partidos anteriores, pero pisó el área seguido.
Sin embargo, el gol violeta se concretó tras un penal de Cabrera sobre el brasileño Felipe Gedoz. "Nacho" Risso fusiló a Berbia a ocho del final y ahí empezó a subir y a bajar el carrito de la Montaña Rusa, porque los últimos instantes fueron a puro vértigo. Lo tuvo el violeta, pero en los descuentos, una contra perfecta de Juventud, casi concreta el triunfo con corrida y definición de Camargo. La pelota pegó en el caño izquierdo y salió. Pitazo. La vuelta terminó...
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