Muslera y el Cebolla de lo mejor de Uruguay

Silencio. Angustia. Y después una enorme ovación. Fue la respuesta de la gente, de los hinchas, de los que estaban en el Centenario y de los millones que lo miraban por televisión. Fueron segundos interminables, de esos que ponen los nervios de punta, pero allí surgieron las manos de San Fernando para tapar ese mano ante Benítez cuando iban 86 minutos de juego. Fue una de las tantas tapadas del arquero celeste. Una atajada clave, fundamental, decisiva, para sostener el empate ante un Ecuador que bien pudo haberse llevado la victoria del Centenario. Muslera y el "Cebolla" con sus corridas y su profundidad, se ganaron los aplausos.