lunes, 24 de septiembre de 2012

Zalayeta salvo a Peñarol


Esta vez, Juan Manuel Olivera fue al sacrificio, se retrasó varios metros para tocar, para abrirle brechas a sus compañeros. Pero no tenía peso en el área. No amenazaba con seguir usando el uniforme de líder futbolístico.
Y el partido estaba raro, entreverado, mal jugado. Con poquísimas ideas. Venía tan feo que cualquier cosita que sobresaliera un poco generaba una reacción de la gente. Hasta que le dieron a una pelota bien servida a Marcelo Zalayeta. Primera correcta elaboración de juego, con participación de Jim Varela y Sebastián Cristóforo, y pelota al fondo del arco.
Peñarol arriba en el marcador y tranquilidad absoluta para un equipo que estaba obligado a sortear el escollo porque los puntos perdidos en el inicio se convierten en una condena.
Pero pasar de la tranquilidad al buen juego costó una barbaridad, especialmente porque a Grosmüller le salieron pocas cosas (un pase digno de su talento y nada más en 90`) y porque Estoyanoff estuvo más a menos como a 100 kilómetros de distancia del jugador que es.
Entonces, no hubo más remedio que trabajar el partido, evitar que Cerro consiguiera darle profundidad a los toques de pelota que ensayaba en la mitad del terreno. Se consiguió. En el medio hubo solidaridad, despliegue y presión adecuada para cortar y cortar. Ahí el líder fue Cristóforo, que además entregó bien la pelota y ordenó lo máximo que pudo al equipo.

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